La sentencia de los 23 y el avance del Estado Penal Represor
En 17 de julio último fue publicada la sentencia de los 23 militantes políticos perseguidos por participaren de las manifestaciones populares de 2013 y 2014 en Rio de Janeiro. El juez Flávio Itabaiana, del Tribunal de Justicia de Rio de Janeiro, condenó a la mayoría de ellos a siete años de cárcel. Los crímenes que se les acusa serian: daño a la propiedad pública y privada, lesión corporal, asociación criminal y corrupción de menores.
Considerándose la conducción autoritaria del juez Itabaiana y el contexto de recrudecimiento del Estado Penal Represor, esta sentencia en primera instancia, infelizmente, ya se esperaba. Por lo tanto, la resistencia al avance del autoritarismo es tarea inmediata.
- Las manifestaciones populares y la criminalización de las luchas
La criminalización de las formas de lucha y resistencia del pueblo asumieron una nueva etapa en el contexto del Levante Proletario de Junio 2013 y en las luchas que se siguieron, como Ocupa Câmara, Ocupa Cabral y Não vai ter Copa [No habrá Mundial]. El Levante Proletario de Junio de 2013 contra el reajuste de las tarifas de transportes públicos incorporó otras reivindicaciones, como el derecho a la ciudad; contra la precarización de los servicios públicos, como salud y educación; y contra la remoción de favelas y ocupaciones populares – llevando a millones de personas a las calles.
Las respuestas del governador de Rio de Janeiro, Sérgio Cabral, del extinto partido PMDB (hoy MDB), y de la presidenta Dilma/PT fueron la violenta represión y criminalización de las protestas. Centenas de personas fueron presas, incluso quien ni mismo participaba de las manifestaciones. El número de heridos fue incalculable, y 11 habitantes de la favela de Maré fueron executados por el BOPE [Batallón de operaciones policiales especiales]. Rafael Braga, joven negro habitante de la Vila Cruzeiro, fue preso en el dia 20 de junio de 2013, sin haber ni siquiera participado de ninguna manifestación, y sentenciado por “porte de material explosivo”, pero lo que tenía eran productos de limpieza.
Todas estas acciones autoritarias del poder de Estado, como también la prisión y el proceso contra los 23 militantes de Rio de Janeiro en 2014, durante el Mundial de fútbol, se pasaron en el contexto de incremento del aparato jurídico-represivo del Estado en el Era del Partido de los Trabajadores (2003-2016), en la cual hubo la creación de la Fuerza Nacional de Seguridad (2004); la promulgación de la ley Antidrogas (2006); la militarización de las favelas y suburbios, con programas como las UPPs [Unidades de Policía Pacificadora] en Rio de Janeiro (2008), las Bases Comunitarias de Seguridad en Bahia (2011) y las Operaciones de Garantía de la Ley y del Orden (GLO), realizadas por las Fuerzas Armadas en las favelas de Rio (Alemão en 2011 y Maré en 2014); la promulgación de la ley de Asociación Criminal (2013); y la promulgación de la ley Antiterrorismo (2016).
Se puede concluir que los gobiernos petistas han incrementado significativamente el aparato jurídico-represivo estatal, creando todas las condiciones para la aprobación de la ley que transfiere para la Justicia Militar el juicio de los crímenes de militares cometidos contra civiles durante las acciones de la GLO (2017) y para la intervención militar en Rio de Janeiro (2018), ambas medidas tomadas por el actual presidente Temer/MDB.
Estas medidas tienen los siguientes objetivos: 1) ampliar la represión, encarcelamiento y el genocidio de aquellas fracciones proletarias consideradas potencialmente más peligrosas: el pueblo negro y la juventud de las periferias y favelas; 2) criminalizar y condenar a todas las formas de lucha y resistencia del pueblo; 3) anticipar y reprimir, como medida de contra-insurgencia, nuevos levantes del proletariado marginal.
- La sentencia de los 23 y la defensa del Estado Penal Represor
El juez Itabaiana explicitó su papel de defensor del Estado Penal Represor burgués. En su sentencia, condenó lo que ha considerado “irrespeto a los Poderes constituidos”. Irrespeto al Poder Judiciario, porque los militantes no habrían cumplido una decisión judicial que los prohibía de participar de las manifestaciones. Irrespeto al Poder Ejecutivo, porque habrían enfrentado las fuerzas policiales durante las manifestaciones y porque habrían participado del Ocupa Cabral, movimiento de protesta contra el gobernador criminoso de aquel momento, Sérgio Cabral. Por fin, irrespeto al Poder Legislativo porque habrían participado del Ocupa Câmara, movimiento de protesta contra la Câmara de Vereadores (cámara municipal).
Además de condenar a los movimientos de ocupación mencionados, la sentencia también condena a las prácticas de “acción directa” y la táctica “black bloc”. Si el juez defiende ideológicamente a los “Poderes constituidos”, condena a las formas de protesto, manifestación y resistencia del pueblo.
Las ocupaciones son medios de lucha, de resistencia y de supervivencia consagrados desde hay siglos por el proletariado del campo y de la ciudad en el mundo entero. Pero para la justicia burguesa son amenazas al orden y a los poderes constituidos.
La acción directa es la lucha directa de la clase trabajadora, sin intermediarios, sin representantes, en la cual solamente la clase se hace representar, protagonizando su propia lucha. Pero para el orden y para los poderes constituidos, la acción directa es una gran amenaza, porque es una de las expresiones más legítimas de la lucha de los trabajadores y trabajadoras, hecha por nosotros mismos.
La táctica del bloque negro, o “black bloc”, es una forma específica de autodefensa de las manifestaciones. El pueblo ya ha comprendido que tan solo con ir a la calle y protestar, la represión policíaca llega rápidamente y con mucha violencia. Por eso ha inventado varias formas de autodefenderse, y la táctica del bloque negro es una de ellas. Pero para el orden y para los poderes constituidos, un pueblo que se defiende es un pueblo que no baja la cabeza, y, luego, amenaza al Estado y a la burguesía.
Como se ve, no se trata solamente de una sentencia de 23 individuos, pero sí de una condenación contra el conjunto de medios y formas de lucha históricos del pueblo. Es la condenación de las ocupaciones, de las acciones directas, de la autodefensa del bloque negro, del cuestionamiento de los poderes constituidos, en fin, de la rebeldía popular. Para las clases dominantes, luchar es un crimen!
- Recuperar el legado de junio de 2013 y resistir al Estado Penal y Represor
El levente proletario de junio de 2013 y los movimientos de protesta y huelgas que se siguieron fueron verdaderas amenazas al orden y a los poderes constituidos. El movimiento de masas fue a las calles en todo el país. Protestó en frente a los órganos de poder del Estado burgués. Prefecturas, Cámaras municipales, Palacios de gobierno, Asambleas legislativas, Congreso Nacional fueron cercados por el pueblo. Las manifestaciones de masa, las ocupaciones, las acciones directas, la autodefensa del pueblo negro al lado de las barricadas, son parte de las luchas insurgentes del proletariado. Todo eso estuvo presente en junio de 2013 y, desde entonces, está asombrando a las clases dominantes.
En 2014 los poderosos imaginaron que con la represión y con la Copa del Mundo el pueblo se callaría, pero el grito de revuelta “Não vai ter Copa!” [No va a haber Mundial] tomó las calles. Y al contrario de la expectativa de la clase dominante, el pueblo no se sometió al autoritarismo, recusó el Mundial y todos los mega-eventos.
Por eso, el Estado Penal y Represor recrudeció. Por eso los 23 son hoy condenados. La ampliación del aparato jurídico-represor es una respuesta de contra-insurgencia. La burguesía y sus aliados temen una nueva rebelión popular.
Pero el legado de junio 2013 no fue, ni puede ser apagado. Pues a cada experiencia de revuelta, el pueblo reanima sus luchas, recupera su capacidad de resistencia, renueva sus fuerzas. Si junio de 2013 significó el “irrespeto a los poderes constituidos”, el reavivar de las ocupaciones, la generalización de las acciones directas, la reinvención de la autodefensa, estas y otras formas de rebeldía deben ser revitalizadas para el enfrentamiento al actual Estado Penal y Represor.
Viva la lucha y la insurrección popular!
Por la absolución de los 23 militantes!
Por la libertad y absolución!
Osar luchar, osar vencer!
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